lunes, 14 de enero de 2013

MÚSICOS DE ESPAÑA - País Vasco


Con independencia del renacimiento musical en lo que comporta la adopción, por parte de los compositores de la época, de melodías populares que utilizaban en sus obras sinfónicas, es curioso como en el País Vasco músicos de gran importancia, como Hilarión Eslava, Vicente Goicoechea, Joaquín Gaztambide y otros, fueron ajenos al nacionalismo musical vasco.

Ni siquiera la gran obra de Juan Ignacio de Iztueta Guipuzcoa´ko dantza gogoangarrien kondaira edo historia (recuerdos de la historia de las danzas de Guipúzcoa), editada en 1824 que fue un hito en lo referente a la conservación de las danzas vascas en la que se describen detalladamente 36 danzas diferentes, tuvo influencia en los compositores de este siglo XIX. Tampoco se utilizó por parte de nuestros compositores el euskera hasta finales del siglo XIX.

Lógicamente hay que mencionar el ritmo vasco: El Zortziko. Se caracteriza por su medida de cinco por ocho. Fue José María Iparraguirre el que con sus zortzikos contribuyó a la aceptación de esta forma musical. Sin embargo el zortziko no estuvo muy presente en el movimiento orfeónico vasco. Se compusieron y armonizaron obras para orfeón sobre melodías populares que no eran zortzikos.


Juán Crisóstomo de Arriaga

Juán Crisóstomo Antonio de Arriaga y Balzola nació en Bilbao el 27 de enero de 1806 falleciendo con tan solo 19 años el 17 de enero de 1826 víctima de tuberculosis.

Sus primeras nociones de música las recibió de su padre, Simón de Arriaga, músico y organista en Berriatúa.

Su capacidad hizo que fuera alumno del famoso violinista Faustino Sanz. Ya con 10 años compone y representa obras en centros musicales de su ciudad natal.

Continuó su preparación en París, donde Pierre Baillot es su profesor de violín. Contrapunto lo estudió con Luigi Cherubini y armonía con Francois Fetis, de quién fue profesor auxiliar.

Murió en París en el año 1826.

Teatro Arriaga en Bilbao
En tan poco tiempo de vida compuso numerosas obras que, a su muerte, fueron olvidadas y sacadas a la luz al final del siglo XIX, dadas las investigaciones llevadas a cabo con motivo del movimiento del nacionalismo musical vasco. Gracias a este renacer, en Bilbao, el Teatro de la Villa, inaugurado en 1834 y remodelado totalmente, adquiere el nombre de Teatro Arriaga, situado en la plaza nombrada en honor al músico y compositor. También lleva su nombre del actual conservatorio de música. Como no podría ser menos, se levantó un monumento en su recuerdo.



"Cuarteto nº 3 en mi bemol mayor", interpretado por el Cuarteto Real A. Stradivarius,
con instrumentos  de la colección del Patrimonio Nacional. Son los solistas,
Mariana Tordova, violín, María Sáiz, violín, María Teresa Gómez, viola y
Javier Albarés, violonchelo.

El estilo de sus composiciones tiene cierto parecido con la obra de Haydn. Se le ha dado por llamar el Mozart español, buscando ciertas similitudes con el músico Salzburgués. Ciertamente existe la coincidencia de los nombres de ambos compositores, Juán Crisóstomo de Arriaga y Johannes Chrysostomus Mozart. 

Su obras más relevantes lo constituyen, entre otras, los cuartetos de cuerda, dentro de composiciones nstrumentales, la Sinfonía en Re mayor, Oberturas nº 1, 20 y Los esclavos felices, todo ello como música orquestal.


Obertura de "Los Esclavos Felices" de Juan Crisóstomo Arriaga, interpretado por la
 Orquesta de Cámara Freixenet, en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid,
dirigida por Rudolph Barshai.



Dentro de la música vocal destaca su Stabat Mater, para dos tenores, bajo y orquesta, O salutaris para voces graves, Cántabros nobles para tenor y bajo, Canon perpetuo, para cuatro voces....... 

"O Salutaris", de Juan Crisóstomo Arriaga, interpretado por el Coro Biotz-Alai,
de Algorta, en la iglesia San nicolás de Bari en Algorta, el 7 de abril de 2009.




Sebastián de Iradier y Salaverri.

Nació en Lanciego, Álava, el 20 de enero de 1809 y falleció el 6 de diciembre de 1865 en Vitoria.

Estudio en Vitoria piano y órgano llegando a ser organista de la iglesia de San Miguel Arcángel de Vitoria con tan solo 16 años. Sin olvidar su trabajo como organista y, por ende, tener una especial dedicación a la música religiosa, se decantaba por lo popular que estaba en vigor entre la alta burguesía vasca.

Tuvo una especial destreza para entrar en los círculos aristocráticos y, de esta forma, tener relaciones con los más importantes entre las letras, la música y la política.

Fue socio de la sección de música del Liceo Artístico y Literario, vicedirector de la Academia Filarmónica Matritense, catedrático de armonía y composición del Instituto Español, profesor del Colegio Universal de Madrid y socio de honor de la Academia Filarmónica de Bayona.

Compuso obras de bailes de máscaras, valses, polkas, rigodones... que le dieron una gran celebridad. Su talento empresarial le animó a abrir un almacén de venta de música y pianos en la calle Príncipe 16 de Madrid  y una imprenta que le permitió imprimir y vender sus propias obras.

En el año 1850 viajó a París, donde se relacionó con cantantes y bailarinas famosos con lo que conseguiría que sus canciones se interpretaran, alcanzando cierta notoriedad en los círculos musicales parisinos.

No se sintió inclinado a la composición de música para el teatro, como lo demuestra su escasísima contribución a este género. Musicalmente compuso las zarzuelas El mesón en Nochebuena, La Pradera con texto de Agustín Azcona e intercaló la canción El charrán en la zarzuela El ventorrillo de Crepo de Tomás Rodríguez y Basilio Basili.

Fue en el género de canciones donde halló su verdadero camino. Tenía una gran imaginación para crear melodías lo que unido a su gran facilidad para improvisar al piano hacía que se moviera a gusto en cualquier ritmo.

De su gira a Cuba, surgió una de sus obras más famosas: La Paloma que alcanzó un extraordinario éxito en España y en América.



"La Paloma", de Sebastián Iradier, con la interpretación André Rieu en México



Igualmente compuso El Arreglito, habanera que utilizó Georges Bizet como uno de los número más importantes de su ópera Carmen.


"El Arreglito", de Sebastián Iradier, con Antonio de Torres en la guitarra, dentro del
XXV Festival Internacional Andrés Segovia.

Sebastian Iradier realizó este trabajo hacia el final de su vida. Creó el estilo Habanera que tuvo su camino de ida y vuelta entre España y Latino América durante el XIX y principios del XX, Bizet reconocería más tarde el error del origen de esta melodía utilizada para su Opera Carmen pasados 10 años de la muerte de Iradier. 


José María de Iparraguirre Balerdi 

El 18 de agosto de 1820 nació en Villarreal de Urrechu, Guipúzcoa y falleció en Ezquioga-Ichaso (Guipúzcoa) el 6 de junio de 1881. Su vida tuvo toda suerte de aventuras hasta el punto de ser llamado el bardo vasco. Casi en su totalidad, la obra por él creada está escrita en vasco, aunque también compuso en español, francés e italiano.

Vivió plenamente en una época romántica. Se alistó en el ejército carlista, fue herido, y, posteriormente  se unió a la compañía de alabarderos. En 1848 se une a los revolucionarios franceses. Fue expulsado de Francia por subversivo y entró en una compañía de teatro que recorrió Europa.

Ya en 1853, compuso en España, a la que volvió gracias a un indulto, el himno Guernikako Arbola (Árbol de Guernica) que él mismo interpretó en Madrid. Esta obra se hizo muy popular y, lógicamente, llegó al Pais Vasco.Su éxito propició que se cantara, a veces, por un gran número de presentes, lo que motivó que las autoridades consideraran a Iparraquirre un "agitador", así que fue desterrado. Esto dio origen a una nueva obra muy popular, Nere amak baleki.



"Gernikako Arbola", de José María Iparraguirre



Volvió a Guipuzcoa y, de nuevo se exilió a Buenos Aires. Se casó con María Ángela de Querejeta Aizpurua, con la que vivió en Uruguay y tuvo ocho hijos.

En 1877, regresó a España. 

 
"Une eder bat", (José María Iparraguirre), con arreglo de Tomás Garbizu,
interpretado por Ahinoa Garmendia, soprano, Iziar Barredo, piano y
Pello Ramírez, violonchelo en el concierto celebrado el 7 de febrero de 2009
en el Teatro Arriaga de Bilbao.


Composiciones relevantes fueron la ya comentada Gernikako arbola, Ume eder bat (Una niña hermosa), Aio Euskal-Herriari (Adiós a Euskalerria), Nere Etorrera lur maitera (Mi regreso a la tierra querida), Kantari Euskalduna (Cantador vasco) Nere Izarra, ( Mi estrella), Glu Glu Glu, Glu glu glu, Ara nun diran (Mira donde están).

Con la aprobación del estatuto de autonomía del País Vasco (1979), el 14 de abril de 1983 el Parlamento Vasco adoptó, con los votos del Partido Nacionalista Vasco y del CDS y la oposición del PSE-PSOE, Euskadiko Ezkerra y Alianza Popular, que la obra popular Eusko Abendaren Ereserkia (Himno de la Patria Vasca), fuera el himno oficial, negando su carácter partidista. Los opuestos a esta medida, sí la consideraban partidista y apostaban por la adopción de la canción de José María Iparraguirre Gernikako arbola ("El árbol de Guernica") o por la canción de José María de Gárate Eusko Gudariak ("Los soldados vascos").



José María Nemesio Otaño y Eguino 


Nació en Azcoitia - Guipuzcoa el 19 de diciembre de 1880 y el 29 de abril de 1956 falleció en San Sebastián. Siendo muy niño empezó sus estudios musicales. En el año 1896 ingresó en la Compañía de Jesús. Fue nombrado organista en la Basílica de Loyola. En Valladolid organizó el Primer Congreso Nacional de Música Sacra en 1907. Ejerció como director de coro en la Universidad Pontifica de Comillas en Cantabria, por lo cual también figura parte de su biografía en el apartado de esta región

Nemesio Otaño, el Padre Otaño como se le conoce,  fue un docente codiciado por sólida posición y contrastada formación. Ostentaría de inmediato tras la guerra, desde el año 1940, la dirección del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Cargo que se uniría a los de Comisario de música, Presidente de la Orquesta Filarmónica y Académico de Bellas Artes de San Fernando, siendo igualmente fundador del Instituto Nacional de Musicología, méritos todos por los que recibiría la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. e ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

"Marcha de San Ignacio de Loyola", obra de José María Nemesio Otaño y Eguino, interpretado por la <orquesta Sinfónica de Euskadi, , el Orfeón Donostiarra al mando de José Antonio Sainz, La Escolanía y la Coral de San Ignacio de San Sebastián que presiden Guadalupe Díaz  y Jesús María Unanue, la Coral Eskifaia de Fuentarrabía dirigiada por Javier Busto Vega, los Coros de Azpeitia y Azcoitia dirigidos por José Luis Franzesena y Miguel María Azpiazu, Manuel Azkue como organista y concertista, todos ellos dirigidos Enrique Ugarte.


El Padre Otaño tuvo como uno de sus primeras encomiendas llevar el Real Conservatorio de Música de Madrid de los locales del Teatro Alcázar en que se encontraba al palacio de la familia Bauer sobre terrenos que habían pertenecido otrora a un noviciado curiosamente jesuítico en la calle de San Bernardo. Después de precisas reformas que llevaron tres largos años, fue inaugurado en 1943 como nueva sede. Aquellos locales palaciegos recibidos y dispuestos en su día por Otaño pasarían a albergar la Escuela Superior de Canto.  

Sus obras más importantes fueron Miserere a cinco voces, Gran Himno a San Ignacio de Loyola, Doce cánticos al Sagrado Corazón, Suite vasca, La música religiosa y la legislación eclesiástica, El canto popular montañés, Manual de canto gregoriano, Toques de guerra en el ejército español, Canto popular montañés, entre otros.


Vicente Goicoechea y Errasti


Nació en Ibarra de Aramaio, Álava, el 5 de abril de 1854. Fue en Valladolid donde falleció el 9 de abril de 1916.
Sintió la llamada al sacerdocio e intentó, sin conseguirlo, el ingreso en el Seminario de Vitoria; sí lo hizo en el de Valladolid, de cuya catedral fue nombrado por oposición maestro de capilla en 1890, antes incluso de ordenarse sacerdote. Se mantuvo en este puesto hasta un año antes de su fallecimiento. En aquel tiempo la música del culto católico atravesaba un momento crítico. Marginada por los autores más relevantes, la música sagrada había caído en manos de profesionales de escasa solvencia o de diletantes sin formación alguna. El canto que se interpretaba en los templos se caracterizaba por el mal gusto y la baja calidad.

De formación fundamentalmente autodidacta, estudió armonía con José María Abad, organista de la parroquia de San Vicente de Vitoria; aparte de éstas, recibió sólo algunas clases de Felipe Gorriti y perfeccionó este aprendizaje con la lectura y el estudio de los grandes compositores, fundamentalmente Bach, Cesar Franck, Gounod, los polifonistas del siglo XVI e, incluso, Richard Wagner.


"Christus Factus Est", de Vicente Goicoechea, interpretado por la Schola Cantorun de
 Alcalá de Henares, en la parroquia Santísimo Cristo de la Salud de Madrid,
el 31 de marzo de 2012.






Se adelantó en el tiempo a la reforma de la música litúrgica promovida por el Vaticano a través del "Motu Proprio" del papa Pio X (1903), constituyéndose en la cabeza visible del movimiento reformador en España. Fue fundamental, en este aspecto, su labor pedagógica en el Seminario castellano, en el que la música llegó a ser materia de formación obligada.

Esta labor también se extendió al campo de la dirección, ya que, además de la dirección de la capilla de la catedral, formó y dirigió el Orfeón Vasco-Navarro, compuesto en su mayor parte por estudiantes universitarios de este origen residentes en Valladolid.

"Ave María" (Vicente Goicoechea), por la Escolanía de Monserrat
el 20 de febrero de 2011.


Entre su producción, íntegramente dedicada a la música religiosa, hay que mencionar sus diversas Misas, Misereres, Salves, Ave Marias, Responsorios, etc. así como un gran número de composiciones para coro popular y órgano. Es probablemente el autor hispano de música religiosa, después de los polifonistas clásicos, cuya obra más se ha extendido por todo el mundo.


José Gonzalo Zulaica (Padre Donostia)

El Colegio de Lecároz Tuvo un actividad musical inusitada. Contaba con orquesta propia, compuesta por profesores y alumnos. Actividad que creció con José Gonzalo Zulaika o Aita Donostia (Padre Donostia) nacido en San Sebastián, el 10 de enero de 1886 En Lecároz falleció el 30 de agosto de 1956. A los diez años entró como alumno en el Colegio de Lecároz. En 1908 se ordenó sacerdote y durante 10 años fue profesor. Su aprendizaje lo desarrollo en Barceolna, San Sebastián e, incluso, París.

Una de las labores importantes en la actividad del Padre Donostia fue la de engrandecer la música religiosa. Cuando dejó su actividad como profesor se dedico fundamentalmente al estudio  y recopilación del folclore del País Vasco. Recogía canciones de pueblo en pueblo. En 1911 comenzó a armonizar melodías populares, siendo la primera publicación la titulada Ikazkina mendian (El carbón de las montañas). Al año siguiente publicó Preludios Vascos, para piano.

"Preludios Vascos" obra del Padre Donostia, interpretada por
Ana Inés Águirre al piano.


Tuvo una especial dedicación a a la armonización de canciones para ser interpretadas por orfeones. Dedicó al Orfeón Nacionalista Vasco de San Sebastián la obra Ara eguzkia (basada en una canción del Valle de Baztán y un poema del Padre Ramón de Rentería (Ramón Astibia Echegoyen)

Continuando su labor musical, labor que fue muy apreciada y reconocida, ofrecía sus canciones populares recogidas a otros músicos con el fin de que las armonizasen. Recomendó a Norberto Almándoz, destacado en música religiosa, que tuviera una especial dedicación a la música vasca.

Lo mismo que otros compositores de la época, sus viajes a París le hacían meditar sobre el futuro de la música vasca. Muchos de estos compositores le visitan en Lecároz para mostrarle sus obras. Urteaga, Zubizarreta, Tellería Larregla, Olaizola, Bengoechea y otros muchos fueron receptores del saber del Padre Donostia. Quizás la visita más importante fue la Maurice Ravel, en agosto de 1927.

En 1936, con motivo de la Guerra Civil, tuvo que dirigirse a Francia, así como otros religiosos del Colegio de Lecároz, con lo cual la actividad de este centro quedó deteriorada, pues durante la guerra sirvió como hospital. Volvió a España en 1940, instalándose en Barcelona. A la muerte del Padre Donostia fue el Padre Jorge Riezu quien se encargo de su archivo.

"Artzai txirula" (Padre Donostia), con la Coral Andra Mari de Rentería,
Miguel de los Santos, silbador y José Luis Ansorena director

Además de la composición y armonización de melodías populares, el Padre Donostia  compuso Meditación y Rapsodia Bascongada para orquesta, Álbum de órgano, Euskal eres-sorta, recopilación de su trabajo de investigación. Su obra más conocida es Preludios Vascos estrenado en Madrid, con notable éxito. Obras sinfónica se pueden citar Los ferrones de Mirandaota y Acuarelas Vascas, estrenadas en Bilbao.

"Oi Betlehem" (Padre Donostia)

Jorge Riezu escribió en 1978 "Cartas al P. Donostia". De este trabajo se puede extraer muchas cartas que el Padre Donostia recibió. Una de ellas, aunque no dirigida a él, el padre Nemesio Otaño escribo a Felipe Pedrell en Comillas, el 29 de enero de 1915, y dice:

"Mi queridísimo alter ego: También a mí me escribió el P. José Antonio, pidiéndome que, cuando le escribiera a V., le recomendase a la bondad de su corazón. Le contesté que ya lo haría; pero que él estaba ya predestinado ante V., porque en V., cabe todo artista sincero y toda alma buena y él tiene las dos cosas de sobra".
"Realmente este joven capuchino es un vidente: yo no creo que haya estudiado mucha técnica, pero es de los que V., llama adivinadores. Olfatea la música a muchas leguas de distancia  y es además de los que saben leer por dentro. Su temperamento exquisito, sensibilísimo a toda belleza, le hace apto para grandes empresas artísticas".
"Prohijele V., `pues tendrá V. un hijo, mejor dicho, un nieto (porque él es hijo de mis predicaciones y charlas a favor de V.), que honrará sus canas y apoyará su vejez. El tiene el mérito de ser capuchino por doble sacrificio: es hijo de familiar muy rica; nada le faltaba, toda le sobraba, era querido. Pero también sus padres, a quienes conozco mucho, son unos benditos de Dios y están contentos de tener un hijo capuchino".
"Anímele V. a que vaya a su lado a Barcelona; le hace falta. Claro es que la principal dificultad que él encuentra, no es la falta de recursos (su familia le pagaría todo sobradamente), sino la dificultad que tiene de desenvolverse artísticamente en su Orden. Orden austera, que no tiene coro, etc.... Aquí está todo".
"Yo estoy aquí en mi Conservatorio de Comillas, hecho un pedagogo................"
"Todo suyo ex corde, N. Otaño, S.J."


Jesús Guridi Vidaola (25.09.1886 – 07.04.1961). 

Nació en Vitoria. Su padre violinista, su madre pianista, abuelos organistas,  influyeron sin lugar a dudas, en su trayectoria como músico. Fue en Zaragoza, en los Padres Jesuitas donde recibe sus primeras enseñanzas musicales. Se traslada a Bilbao para recibir clases de violín y armonía. 

A través de Sainz Basabe y del violinista Lope de Alaña, se dio a conocer en el selecto grupo de filarmónicos bilbaínos denominado "El Cuartito", donde interpretó diversas composiciones suyas que luego integraron los Quatorce morceaux, editados por Breitkopf and Hartel
Conservatorio Jesús Guridi
Vitoria

Con 18 años y con la protección del conde de Zubiria, fue a París e ingresa en la Schola Cantorum, donde amplía sus conocimientos de órgano, composición y contrapunto y fuga. Es en París donde conoce a Usandizaga, al que le unió una gran amistad. Estudioso infatigable, también se trasladó a Bruselas y a Colonia, donde recibió clases de Joseph Jongen y Otto Neitzel, respectivamente. En 1942, entra en el Conservatorio de Madrid donde, años más tarde, sería nombrado director.


"Preludio de El Caserío" de Jesús Guridi, interpretado en el Teatro
Monumental de Madrid el 8 de mayo de 2005, con motivo del
concierto del coro Voces para la Paz, dirigidos por Jesús López Cobos.


Jesús Guridi compuso un abanico muy extenso de obras de toda índole. Destacan, El Caserío (1926) con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw y estrenada en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, Diez melodías vascas (1940), Así cantan los niños (1909) tres escenas infantiles para coro de niños y piano que luego orquestó y fue una de la obras más importantes de su catálogo, Amaya (1920), Mirentxu (1910) que por encargo de la Sociedad Coral de Bilbao supuso un extraordinario reconocimiento a su autor de la misma forma que Mendi-Mendiyan de Usandizaga, Una Aventura de Don Quijote (1916), La meiga (1929), Seis canciones castellanas (1939), Sinfonía Pirenaica (1945), Homenaje a Walt Disney ……….

"Mirentxu", romanza para soprano de Jesús Guridi, interpretada por
Ainhoa Arteta bajo la dirección de Enrique García Asensio. Concierto
celebrado en el Teatro Monumental de Madrid el 20 de diciembre de 1996.




Fue director de la Sociedad Coral de Bilbao, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Director de diversas corales, ocupó la cátedra de órgano en el Real conservatorio de Música de Madrid del que también fue Director, obtuvo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Igualmente fue consejero de la Sociedad General de Autores de España y organista de la Iglesia de San Manuel y San Benito de Madrid. 


"Boga, Boga" (Jesús Guridi), interpretado por el Coro de Voces Graves de Madrid,
en el Palacio Municipal de Morelia de México.


José María Usandizaga Soraluce

José María Usandizaga nace en San Sebastián, 31 de mayo de 1887, ciudad en la que falleció el 5 de octubre de 1915.

Comienza los estudios de piano con su madre Ana Soraluce. A los nueve años realiza estudios formales de música en la Academia Municipal de Música de San Sebastián con Beltrán Pagola y Germán Cendoya, y con 14 años se traslada a París, donde se matricula en la Schola Cantorum, en la que completará sus estudios de la mano de Vincent d'Indy en composición y Grovlez en piano. Tuvo como condiscípulos en París a Resurrección María Azkue y Jesús Guridi, con quien entabló amistad íntima y duradera

La mayor parte de sus obras orquestales y de cámara pertenecen a su etapa parisina: Suite en La Op. 14 (1904), Dans la mer, Op. 20 (1904), Obertura sinfónica sobre un tema de canto llano, Op. 26 (1905). De entre ellas destaca el Cuarteto de cuerda en Sol, Op. 31, en el cual utiliza algunos temas populares vascos.

"La Pantomima, de Las Golondrinas", de José María Usandizaga y
Gregorio Martínez Sierra.

De vuelta a San Sebastián en enero de 1906, escribe Irurak bat, Op. 35, rapsodia sobre tres cantos populares vascos (Irurak bat, que puede traducirse como Tres en uno, era la divisa de la unión de las provincias vascongadas), además de otras obras de temática vasca.

En 1909 la Sociedad Coral de Bilbao encarga tres óperas sobre temas vascos a otros tantos compositores: José María Usandizaga, Jesús Guridi y Santos Intxausti. De este encargo surgirá el primer trabajo lírico del compositor, Mendi-Mendiyan (1910), "pastoral lírica vascongada" sobre libreto de José Power, con cantables traducidos al euskera por José Artola y fragmentos declamados en castellano que se estrena el 21 de mayo del año siguiente en el Teatro de los Campos Elíseos de Bilbao con gran éxito y un año después en San Sebastián.

"Mendi Mendiyan" (José María Usandizaga), aria de Joshe-Mari Alare, interpretado
por Javier de Solaun, en el Palau de Barcelona el 1 de noviembre de 1981)



En 1911 compone la Fantasía-danza para piano Hassan y Melihah, en la que no empleará temas populares.

En Madrid, el dramaturgo Gregorio Martínez Sierra le muestra al compositor su drama Saltimbanquis (1905). Usandizaga queda prendado por el tema y centrará todas sus fuerzas e ilusiones en convertir el texto en zarzuela. El nombre elegido fue Las Golondrinas. ". Se estrenó en 1914 y se convirtió en una de las principales obras de Usandizaga

En abril de 1914, Usandizaga fue nombrado Académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a propuesta de los compositores Tomás Bretón, Emilio Serrano y Joaquín Larregla. En Zaragoza, trabó amistad con la pianista Pilar Bayona, que incorporó a su repertorio algunas de sus piezas. Durante el último año de su vida, el músico se entregó a la composición de la ópera La llama, de nuevo en colaboración con los Martínez Sierra. Siguiendo la moda modernista del momento, el libreto desarrollaba una fábula alegórica y orientalizante, y su música compaginaba giros exotistas con algunos elementos del folclore vasco. Su estreno estaba previsto para la temporada invernal de 1915-16 del Teatro Real. Sin embargo, la muerte del compositor (5-10-1915) dejó en suspenso este proyecto, a falta de escasos detalles en la partitura. Este infortunio provocó una de las manifestaciones de duelo más multitudinarias de la historia contemporánea de San Sebastián, a la que siguió una oleada de homenajes póstumos.


Juan Tellería Arrizabalaga 

Juan Tellería Arrizabalaga nació en Cegama, Guipúzcoa, el 12 de julio de 1895, falleciendo en Madrid, el 25 de febrero de 1949.


Con su tío Baldomero Tellería, sacerdote, aprendió solfeo, piano y armonía. En 1911 ganó una pensión de la Diputación de Guipúzcoa que le permitiría trasladarse a San Sebastián para ampliar estudios con Germán Cendoya y Beltrán Pagola.

Durante su estancia en San Sebastián a la vez que estudiaba se dedicó a tocar el piano en teatros y cines, lo que le permitió adquirir una gran destreza como improvisador, algo que explotaría durante toda su vida como músico.

En 1915 se trasladó a Madrid para estudiar composición con Conrado del Campo y piano con Manuel Fernández Alberdi.

En el año 1916 inició la composición del poema sinfónico La Dama de Aizgorri, cuyo estreno tuvo lugar en San Sebastián el 29 de septiembre de 1917 en el Gran Casino. El maestro Enrique Fernández Arbós la programó el 17 de noviembre de ese año en Madrid con la Orquesta Sinfónica. El joven Juan Tellería, con sólo 22 años, obtuvo un gran éxito. La Dama de Aitzgorri no volvió a ser programada hasta 1952, año en que fue interpretada por la Orquesta Nacional de España bajo la dirección de Ataúlfo Argenta.

Entre 1927 y 1947 su producción musical se centró en la música lírica, componiendo zarzuelas como El joven piloto, El cabaret de la Academia, Los Blasones o Las viejas ricas. Además compuso música de cámara, himnos religiosos, algún himno militar, y la más famosa de todas sus composiciones, Amanecer en Cegama, cuya música fue la base del "Cara al sol", himno de Falange Española de las JONS, a la que Tellería se sintió vinculado desde los primeros tiempos.

Fue pianista en el Palacio de la Prensa y hasta 1946 desempeñó la cátedra de Música de Cámara en el Conservatorio de Madrid.


Pablo Sorozabal Mariezcurrena 

Pablo Sorozabal Mariezcurrena nació en San Sebastián el 18 de septiembre de 1897. Falleció en Madrid el día 16 de diciembre de 1988.

Comenzó a estudiar Teoría Musical y violín con Alfredo Larrocha en la Academia Municipal de Música de San Sebastián, para pasar más tarde a formar parte de la Orquesta del Casino de San Sebastián, con sólo 17 años. Más tarde, en 1918, acude a Madrid para tocar en la Orquesta Filarmónica. Gracias a su indiscutible capacidad musical consigue una beca de 1.500 pesetas de la diputación de San Sebastián para ir a ampliar sus estudios musicales a Alemania, primero en Leipzig, donde tuvo su primer contacto en el mundo de la dirección al hacerse cargo de la Gotriansteinwegorchester logrando sus primeros éxitos, para luego continuarlos en Berlín, donde terminaría.

Inicia su actividad lírica en 1931, al estrenar la opereta Katiuska, a la que seguirían otros títulos tan importantes como La Isla de las Perlas (1933) y Adiós a la Bohemia (1933). En 1934 estrena La del manojo de rosas, con la que termina de cimentar su fama como compositor,


"Noche hermosa, de la zarzuela Katiuska" de Pablo Sorozabal. Estrella Cuello,
soprano, Orquesta del Teatro Lírico de Zaragoza, dirigidos por José Félix Tallada.




En 1936, con La Tabernera del Puerto, obtuvo uno de sus más resonantes éxitos. Sus posteriores zarzuelas fueron el ambicioso romance alegórico Black, el payaso (1942) o el sainete Don Manolito (1943). Para Coros destaca Ay Tierra Vasca y Maite.

"No puede ser, de la Tarbenera del Puerto" de Pablo Sorozabal. Interpretación
de Plácido Domingo. Concierto celebrado en las Ruinas de Caracalla de Roma
el 7 de julio de 1990 con la Orquesta del Maggio Musicale Florentino y la
Orquesta del Teatro de la Ópera de Roma, dirigidos por Zubin Mehta.

Realizó también contribuciones en el campo del cine, como la banda sonora de "Marcelino pan y vino".

Su labor como director de la Orquesta Sinfónica de Madrid finalizó de manera abrupta en 1952, cuando le fue denegado el permiso para dirigir la Sinfonía Leningrado de Shostakovich.

"Ay Tierra Vasca", interpretado por la Banda Municipal de Bilbao en el
Teatro Arriaga de Bilbao en noviembre de 2006

  Fueron sus obras sinfónicas: Capricho español (1922), Suite Vasca (1923), Variaciones sobre un tema popular vasco (1927), Paso a cuatro (1956) y Variaciones para quinteto de viento (1988)


"Maite" (Pablo Sorozabal) por Iker Casares. Concierto celebrado en agosto
de 2008, en el alarde de txistularis de Donostia



Tomás Garbizu Salaberria

Nace en Lezo (Gipuzkoa) el 12 de setiembre de 1901. Falleció en Donostia-San Sebastián en 1989

Sus primeros estudios musicales los realiza en su pueblo natal. Los continúa en el Colegio Seráfico de Aránzazu, luego en el Conservatorio de San Sebastián piano, órgano, composición, acompañamiento- con José María Iraola, Beltrán Pagola, Pablo Sorozabal, ampliándolos posteriormente en el de Madrid. Marcha a París donde recibe lecciones especiales del concertista de órgano Charles Lebout. Posee las carreras de piano, órgano, composición y acompañamiento. El órgano es su especialidad. De hecho ha tomado parte en la inauguración de los órganos de San Jerónimo el Real y Santa Teresa, de Madrid; y en la del monumental órgano de la Catedral de San Sebastián. Desde 1954, desempeña la cátedra de órgano del Conservatorio de San Sebastián.

"Ave María" de Tomás Garbizu. Interpretada por Ana Salaberria, soprano y
Ana Belén García Pérez, órgano, en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery
de Avilés, el 27 de marzo de 2012.



Ha merecido diversos premios nacionales y locales. Premio nacional (1954) por su Tríptico al Buen Pastor, para órgano; premio nacional, por unanimidad, con motivo del Año Mariano (1960), con su Missa Benedicta; dos premios nacionales (1964 y 1965) con sendos poemas sinfónico-corales, Baso-Jaun y Babiloniko, respectivamente; premios a las canciones Zu ta ni (1956); A Pamplona voy (1966); Garbiñe (1967); Ardi-yoalea (1968), y Cuando llega la Navidad (1968); primeros premios a sus canciones para Coros: Canço de bressol (1945); Baratzeko (1945); San Vicente de la Barquera (1965); Dos canciones populares, premio nacional (1966); y Sor-lekua (1969); por último, otro premio con una obra para chistu, Gure erria (1965).

"Uasayan xexenak" (Tomás Garbizu). Choral Festival Network (CFN), interpretada por Loboc Children`s Choir de Filipinas, en el 43 Certamen Coral de Tolosa de España.




Obra capital en el repertorio de Garbizu es su Tríptico al Buen Pastor, escrito en 1953 y estrenado en 1954 por su autor, en la inauguración del gran órgano del Buen Pastor, de San Sebastián. Entre sus numerosas Misas, merece apartado especial la Herriko Meza (Ezkila, 1965) y, por lo importante y significativo, su Gure Meza (Misa Vasca), 1967, para Solistas, Coro, Organo, Banda de Txistus, Tamboril, Atabaca, Caja, Acordeón, Txalaparta, Alboka y Eskila, que ha merecido grabación de gala por la marca de discos Columbia, con el maestro Gorostidi al frente del Orfeón Donostiarra (Coro de Cámara).


Francisco Escudero García de Goizueta


Nació en San Sebastián el 13 de agosto de 1912. lugar donde falleció el 7 de junio de 2002.
Comenzó sus estudios musicales en la Academia Municipal de Música de San Sebastián con Beltrán Pagola, y posteriormente se trasladó a Madrid, donde fue alumno de Composición de Conrado del Campo.Mediante las becas que le ofrecieron de la Diputación de Guipúzcoa y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se trasladó a París, donde realizó cursos de perfeccionamiento con Paul Dukas y Paul Le Flem, y después en Múnich como alumno de Albert Wolf.

A la edad de 25 años, en 1937, obtuvo el Premio Nacional de Bellas Artes por su obra Trío Bucólico  para oboe, trompa y fagot, .  Fue director de la Coral de Bilbao. En 1947 se celebró el Concurso Homenaje a Falla. Presentó  su Concierto para piano y orquesta , con la que ganó el primer premio.

"Sinfonía Mítica" de Francisco Escudero. Obra para coro infantil y 9
instrumentistas, Estreno en el Velódromo de Anoeta de Donosotia en 1994,
con la intervención de 27 coros.

Compuso: Sinfonía en Si bemol, en cuatro tiempos,  Pinceladas Vascas y Cuarteto en Sol, el ballet Sueño de un bailarín que, en forma de Suite orquestal, dio a conocer Enrique Jordá con la Orquesta Sinfónica madrileña,. 

La obra de Escudero puede ser considerada como una de las más valiosas del siglo XX. Compuso dos óperas, Zigor y Gernika. Poemas sinfónicos, Arantzazu y Evocación en Itziar.


"Tres piezas rústicas" de Francisco Escudero. Interpretado por el Trío Sax Sebastián y
Antza Garaikideko Taldea. Celebrado en el Conservatorio Francisco Escudero
de San Sebastián el 9 de noviembre de 2012,  con motivo del homenaje al compositor.


Otras de sus obras más destacadas son: Concierto para violoncello y orquesta,Sinfonía sacra, Tonemas (para piano solo, compuesta por encargo del Ministerio de Cultura con motivo del centenario del nacimiento de Joaquín Turina), Fantasía geosinfónica.


"Ene Ama" de Francisco Escudero, interpretado por Liepaites Children Choir

En el Conservatorio de Música de San Sebastián fue catedrático de Armonía y Composición. Más tarde su director. Fue galardonado con la Medalla de la Diputación de Guipúzcoa y de San Sebastián, Miembro de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, Premio Manuel de Falla, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y Medalla de Oro de la Sociedad General de Autores y Editores (1997)

Conservatorio de Música "Francisco Escudero" de San Sebastián
En 2004 el Conservatorio de San Sebastián pasó a llamarse Conservatorio Francisco Escudero en su memoria.



Carmelo Alonso Bernaola Ochandiano

Carmelo Alonso Bernaola Ochandiano nació en Vizcaya el 16 de junio de 1929. Falleció en Madrid el 5 de junio de 2002. Miembro de la denominada Generación del 51, fue uno de los máximos exponentes de la música española de la segunda mitad del siglo XX.

Comenzó sus estudios en Medina de Pomar (Burgos). En 1943 recibió clases del profesor Blanco en Burgos, donde llegó a tocar en la Banda de la Academia de Ingeniros. Posteriormente en el Conservatorio de Madrid estudió contrapunto, fuga y composición, siendo alumno de Massó, Francisco Calés Pina y Julio Gómez.Su presencia en Madrid le permitió actuar como clarinetista de la Banda del Ministerio del Ejército.

En 1959 se trasladó a Roma estudiando en la Academia Española de Bellas Artes. Recibió clases de Goffredo Petrassi (Academia de Santa Cecilia de Roma), trabajó la dirección orquestal con el maestro rumano Sergiu Celibidache, Bruno Maderna y Messiaen. En la capital italiana le fue concedido el Premio de Roma, en su categoría de Sección Española.

Fue nombrado profesor de Música Cinematográfica en la Universidad de Valladolid. Ejerció como director del conservatorio de Vitoria.

"Morfología Sonora" de Carmelo Bernaola. Concierto celebrado en el
Aula Magna del Conservatorio de Vitoria-Gasteiz, con Alfonso Gómez al piano.



Sentía una profunda admiración por los compositores de la Segunda Escuela de Viena, en especial por Webern, y se consideraba estéticamente cercano a sus contemporáneos Cristóbal Halffter y Luis de Pablo, representantes junto a él y otros compositores de la llamada “Generación del 51”. Fue gracias a De Pablo que se produjeran sus primeros contactos con el dodecafonismo.

"Sintonía del programa La Clave", presentado por José Luis Balbín. Obra
compuesta por Carmelo Bernaola.


Aparte de sus 82 bandas sonoras para el cine, la música compuesta para teatro y televisión —como la de la serie de Fernando Fernán Gómez "El Pícaro", la famosa sintonía del programa de José Luis Balbín "La clave" y la de la serie "Verano azul"— y sus composiciones populares como El cocherito leré, cabe destacar  Suite-divertimento, Superficie nº 1, Espacios Variados,Mixturas, Heterofonías,Oda für Marisa, Villanesca, Clamores y un largo etcétera.

"El acordeón de Chanquete" de la serie de Televisión Española Verano Azul, 
con música compuesta por Carmelo Bernaola.



Escribió numerosas obras para cine y televisión, entre las que cabe citar la música para las películas "El Love feroz" (1975), "Akelarre" (1984), "Espérame en el cielo" (1987), "Jarrapellejos" (1987) y "Adios con el corazón" (2000).

Desde el himno del Athletic Club a la mítica banda sonora de Verano azul, muchas melodías del compositor forman parte de la memoria sonora colectiva.

"Himno Athletic Club de Bilbao" (Carmelo Bernaola). Interpretado por la 
Orquesta Sinfónica de Bilbao y la Coral de Bilbao, dirigidos por Carmelo Bernaola.




También han sido muy numerosos los premios y distinciones que se le han otorgado. Roma, Nacional de Música, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, Premio Goya por la música de la película de José Luis García Sánchez, "Pasodoble", Académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando, Doctor Honoris Causa por la Universidad Complutense...

Es muy probable que muchos músicos nacidos en el País Vasco no estén en este resumen dedicado a esta región española. Por ello, no se da por terminada esta entrada. Cuando surjan en la memoria estos músicos, su biografía y obra se insertarán debidamente.

Como en todas las entradas dedicadas a los "Músicos de España", finalizamos en este caso con el himno del País Vasco.

Se citaba en la biografía de José María Iparraguirre que "con la aprobación del estatuto de autonomía del País Vasco (1979), el 14 de abril de 1983 el Parlamento Vasco adoptó, con los votos del Partido Nacionalista Vasco y del CDS y la oposición del PSE-PSOE, Euskadiko Ezkerra y Alianza Popular, que la obra popular Eusko Abendaren Ereserkia (Himno de la Patria Vasca), fuera el himno oficial, negando su carácter partidista. Los opuestos a esta medida, sí la consideraban partidista y apostaban por la adopción de la canción de José María Iparraguirre Gernikako arbola ("El árbol de Guernica") o por la canción de José María de Gárate Eusko Gudariak ("Los soldados vascos")".

"Eusko Abendares Ereserkia", Himno Nacional Vasco, basado 
en una melodía popular.

sábado, 18 de agosto de 2012

MÚSICOS DE ESPAÑA - Asturias

La canción asturiana, asturianada, tiene como en todas las regiones un origen eminentemente popular.
Estilos de composiciones musicales asturianas, tradicionales o de autor son:

- Las vaqueiraes
- Las tonaes soberanes
- Las tonaes arrieres
- Las tonaes dures y
- Las tonaes de la tierra.

Compositores como Del Valle, Sáez, Lavandera, Baldomero Fernández, Del Fresno y Torner influyeron notablemente en el desarrollo de la música asturiana. Fue a primeros del siglo XX cuando la música vocal asturiana vivió sus mayores años de gloria, muy especialmente la tonada. Paulatinamente pierde su nombre para adquirir el de asturianada.

No se han encontrado testimonios escritos sobre la tonada hasta 1885. El avilesino Rufino González-Nuevo y Miranda (1831-1921), fue pionero de la música asturianista, ya que suyo fue el primer cancionero publicado sobre la lírica popular asturiana, aunque es cierto que no se trata en puridad de un auténtico cancionero sino de un popurrí, tan característico de su época. Cabe pues inscribirle en una tendencia musical nacionalista con sus dos colecciones para piano sobre cantos populares asturianos, tituladas 'Todo por Asturias. Primer capricho pot-pourrístico' (1885), que recoge una suite de quince temas populares y una composición propia, y 'Todo por Asturias. Segundo capricho pot-pourrístico' (1887), con otros quince temas de similares características.

A pesar de no se haya encontrado ni investigado en profundidad el origen aún “oculto” del género, puede creerse que, como el flamenco en Andalucía, la canción asturiana hunde su raíz en el mismo corazón histórico del pueblo. La tonada, por eso, muestra una parte de el folklore, de ese “espíritu del pueblu” que estudiaron los filósofos del Romanticismo.

La tonada asturiana moderna nace del encuentro entre los compositores del Nacionalismu Musical Asturianu, movimiento musical que se corresponde con otros similares de Europa y América, y las voces tradicionales de la época.

Diez son el número de voces de aquellos primeros años de siglo XX que alcanzaron la consideración de clásicos. Diez voces que nacieron en el escaso intervalo de tiempo de doce años y que, del mayor al más pequeño, fueron:


 Ángel González Rodríguez (1889-1955), El  Maragatu, considerado de manera unánime por cantantes, musicólogos, aficionados y periodistas de su época como el intérprete número uno de la canción asturiana.

José Menéndez Carreño (1890-1978), Cuchichi,nació en Oviedo.
Empezó a cantar siendo muy joven y en 1905, ingresó en la Agrupación Coral e Instrumental Ovetense, que posteriormente se llamaría Orfeón Ovetense.

En 1914 fue escogido por Eduardo MartínezTorner para ilustrar un ciclo de conferencias-concierto en la Universidad de Oviedo sobre la música popular de Asturias.

En el Orfeón Ovetense coincició con JoséMaría artínez Suárez (Boton), con el que formaría dúo y, de nuevo de la mano de Eduardo Martínez Torner. viajaron a Cuba y Florida en el año 1917. Volvieron a estas tierras cubanas y mexicanas en 1924.



A la vuelta de estos viajes, el Orfeón organiza un concierto.homenaje que sería de donde nació el grupo Los Cuatro Ases, cuarteto que formarían Cuchichi, Botón, Miranda y Claverol. El cuarteto duró hasta el fallecimiento de Botón en 1941, en el que el cuarteto se disolvió.

Perteneció al Orfeón Ovetense y grabó su primer disco en La Habana en 1918. Formaría parte de los Cuatro Ases, cuarteto en los que tomaron parte Botón, Miranda y Clavero, durante más de 20 años.
Los Cuatro Ases

José Martínez Suárez (1892-1942), Botón, fue uno de los componentes de los Cuatro Ases. Igualmente perteneción al Orfeón Ovetense. 

Enrique Claverol Estrada (1892-1950), Claverol, fue uno de los tenores del grupo Los Cuatro Ases.

Vicente Miranda Rodríguez (1897-1975), Miranda. Componente del cuarteto de música asturiana Los Cuatro Ases. . En 1929, tras una actuación en la Exposición Internacional de Barcelona ante el Rey de España Alfonso XIII, el monarca decidió conceder la Medalla al Mérito del Trabajo a los miembros de Los Cuatro Ases.

Quin, el Pescador y
El Polenchu de Grao

Enrique Cienfuegos Martínez (1893-1952), Quin el Pescador

Prudencio Merino Álvarez (1897-1953, El Polenchu de Grao

Santos Luciano Sánchez Muñiz (1895-1948), Santos Bandera, fue considerado maestro de ayeranes.

Obdulia Álvarez Díaz (1896-1960), La Busdonga, En la década de los años 20 el compositor y pianista Baldomero Fernández trabajó con ella y Ángel González, El Maragatu; de esa colaboración salieron las principales tonadas dentro de este género.

Joaquín Martínez González
(Xuacu'l de Sama)
Joaquín Martínez González (1900-1935), Xuacu’l de Sama, ingresa en el Coro Santiaguín, donde recibió su formación musical y conoció a lo más granado de la canción asturiana. En varias ocasiones coincidió con Los Cuatro Ases, Juanín de Mieres o Lauro Menéndez.

A estas diez voces, a lo largo del siglo y hasta nuestros días fueron sumándose las de otra larga serie que siguen formando parte de la memoria colectiva de la música asturiana, como:
José Santos, Pepe’l Pantuxu de Sama, Laureano Menéndez González, Lauro, Manuel Alonso Díaz, El Panaderu, Juan Menéndez Muñiz, Juanín de Mieres, Josefina Fernández, Leonides Fernández, Diamantina Rodríguez, Luís Rodríguez García, El Ruiseñor de Carreño, José Ramón Morán Huergo, Morán, José Requejo Castañón, Pepe Requejo, Silvino Argüelles, José Noriega, Enrique García Palicio ,L’Abogáu....

En el libro La Tonada, los estudiosos Xaime Gabriel González Arias e Ismael González Arias opinan que, dentro de el terreno musical, no sólo puede hablarse de Asturias, ni puede reservarse el género de canción asturiana a las fronteras actuales, al estar el género disperso históricamente por los territorios de lo que los estudiosos llaman dominio lingüístico astur. Así, además de Asturias, este género se adscribiría a comarcas vecinas de Lugo, León y Cantabria.


Cuando vienes d'arrendar
Silvia Suárez y Moisés Martínez

A esto es interesante añadir que durante el tiempo que estuvo viajando por España con el grupo teatral La Barraca, el poeta Federico García Lorca, estudioso del folclor, recogió también canciones populares de Asturies y, en su célebre conferencia, “Les añaes infantiles”, muestra el influjo que las canciones intantiles de Asturias (“añaes”) y Galicia tuvieron en el folklore andaluz.
Hemos visto las voces más sobresalientes de la asturianada. Sobresalientes gracias a grandes compositores con los que se forma el círculo de la música asturiana.

Eduardo Martínez Torner (Oviedo, 1888 - Londres, 1955) fue un musicólogo, compositor y concertista. Alumno de Ignacio Ruiz de la Peña, organista de la catedral de Oviedo, cursó estudios de piano en Madrid. De 1912 a 1914, estudió en la Schola Cantorum de París con Vincent d’Indy.

Fue becado en 1916 por la Diputación de Asturias para proseguir sus estudios en Madrid. Colaboró con Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos, llegando a dirigir la sección de Musicografía y Folklore. En 1920 publicó el Cancionero musical de la lírica popular asturiana. Alojado en la Residencia de Estudiantes, participó con Jesús Bal y Gay en la recogida de materiales para lo que constituiría el Cancionero gallego publicado más de 40 años más tarde.

Martínez Torner fue capital en la revalorización del repertorio para vihuela del siglo XVI. Fruto de su trabajo con fondos bibliográficos antiguos son Colección de vihuelistas españoles del S.XVI y Narváez: El Delfín de la Música. 1538. Martínez Torner compuso dos zarzuelas: La promesa y La maragata.

Entre sus obras, destacan el Cancionero de la lírica popular asturiana (1920), Temas folklóricos. Música y poesía (1935),Lírica hispánica. Relaciones entre lo popular y lo culto (1966) y el Cancionero gallego (1974).


El Baile (E. Martínez Torner)
Coral Avilesina
Directora, Elena Baigorri

Se exilió en Londres al comienzo de la Guerra Civil Española y colaboró con programas de folklore en la BBC. Aparentemente preparaba su regreso a España en los meses anteriores a su muerte.

Baldomero Fernández
Baldomero Fernández Casielles (1871–1934). Nació en Oviedo. Músico y escritor ocasional en lengua asturiana. Fue Baldomero Fernández, al decir de algunos investigadores que se ocuparon de su figura, un hombre dotado para la composición y la ejecución musicales que por circunstancias adversas vio malograda su carrera como artista.

Interesado por el folclore tradicional, armonizó infinidad de melodías populares. Según afirma José Benito Álvarez-Buylla (1977) quiso “elevar las canciones asturianas al nivel de lieder de concierto”. En palabras d’Álvarez-Buylla, Baldomero Fernández “no es puramente un musicólogo o un coleccionista de antigüedades sino sobre todo un auténtico creador”.

Como soporte a su labor de recreación de obras tradicionales, creó en 1914 Canciones Asturianas, que agrupa cuarenta obras populares, armonizadas tanto para piano como para canto.

Es autor de diversas composiones inspiradas en la música tradcional asturiana; entre ellas De la tierrina (Danza asturiana para orquesta), Alborada para quinteto de cuerda y piano; Danza Vaqueira, para piano solo; Aramo, bellísimo Aramo o Rapsodia asturiana, ambas para piano.

Tanto en Asturias como en las colonias de emigrantes de Cuba y Argentina se representa con gran éxito el monólogo, en lengua asturiana, titulado Un día en Uvieo.

Murió en la miseria. Acompañando al piano a las proyecciones de películas de cine mudo.


Gabriel Martínez García publicó una biografía del músicu y compositor uvieín en 1975.

Anselmo González del Valle y González Carvajal (1852-1911). Silvio Itálico, seudónimo del escritor Benito Álvarez- Buylla, decía en 1924 sobre la grandeza de esta figura como compositor, pianista y erudito que, seguramente, le harían más justicia las generaciones venideras: "Tuve la ocasión de profundizar en la vida y en la música de González del Valle, mientras hacía mi tesis doctoral, y puedo afirmar que fue uno de los personajes que más contribuyó al desarrollo de Asturias en la etapa que va de la segunda mitad del XIX a los primeros años del XX; especialmente a nivel cultural, pero también en lo social y lo económico. Es pues casi de justicia este merecido homenaje".

Anselmo González del Valle nace en la ciudad de La Habana el 26 de octubre de 1852. Su padre, Anselmo González del Valle y Fernández Roces, había emigrado de Oviedo a Cuba en 1840 y allí se establece como empresario.

Comenzó los estudios de primaria en el Colegio de Belén de La Habana y, con seis o siete años, se inicia en el arte de la música con un tío materno, Manuel Francisco González Carvajal, al que familiarmente llamaban “tío Pancho”. Anselmo y Emilio Martín, su hermano, son enviados a vivir a Oviedo, permaneciendo el padre en La Habana al frente de sus numerosos negocios.

En 1863 los dos hermanos comienzan sus estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Oviedo, donde el compositor se gradúa como Bachiller en Artes en 1869. En aquella época coincidieron en el Instituto de Oviedo con los escritores Leopoldo Alas (Clarín) y Armando Palacio Valdés. Tanto Clarín como Palacio Valdés relatan en sus obras como organizaron en la casa de los González del Valle una especie de ateneo cultural juvenil en el que hablaban de historia, literatura o arte, representaban obras teatrales, etc. Y parece que ya en su adolescencia González del Valle destacaba como pianista, tal como señala Palacio Valdés: “Por fin, uno de los dueños de la casa [se refiere a Anselmo] nos hacía oír en el piano algunas sonatas o trozos de ópera, pues ya entonces era un maravillosos pianista”.

Probablemente, al mismo tiempo que el bachillerato, Anselmo comienza sus estudios musicales con Víctor Sáenz. Es necesario mencionar aquí la inmensa labor de don Víctor Sáenz en Asturias: fue organista de la Catedral de Oviedo, director de varias bandas de música, fundador de la Academia de Música San Salvador de Oviedo, autor de varias composiciones musicales y, sobre todo, gran maestro de varias generaciones de músicos y compositores asturianos.

El escritor Constantino Suárez, en su obra Escritores y artistas asturianos, señala que “al mismo tiempo que su preparación universitaria, Anselmo González del Valle realizó estudios musicales con los mejores maestros de Oviedo y Madrid”.

Posiblemente fue el músico Charles Beck uno de los que más influyó en la formación pianística de Anselmo. Beck fue Primer Premio de Piano del Conservatorio de París y se estableció en Madrid desde finales del XIX como profesor de piano, destacando también su actividad como concertista.

En sus viajes por ciudades como Madrid o Barcelona, pero también fuera del ámbito nacional (París, Berlín, Leipzig o Roma) Anselmo tocaba como amateur en conciertos de carácter privado. Autores como Antonio García Miñor señalan que “pudo ser en su época uno de los primeros pianistas de Europa, pero despreció los más fabulosos contratos para anclar definitivamente su vida a Oviedo”.

 En 1879 González del Valle es nombrado académico correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, cuya sección de música se había creado recientemente. Tenía por entonces 27 años y ya era una de las personas de más relieve en la región, tanto desde el punto de vista social como cultural. A lo largo de su vida González del Valle reúne una biblioteca musical de renombre en su época y que, aún hoy, puede ser considerada de gran valor. Llegó a poseer una colección de más de 20.000 partituras; una parte de esta biblioteca la conservan los nietos del compositor y la otra fue adquirida en 1947 por el Instituto Español de Musicología (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), de Barcelona.

González del Valle mantuvo relación con algunas de las personalidades más relevantes de la cultura española. Conoció a escritores, pintores y músicos como Francisco Asenjo Barbieri, Jesús de Monasterio, Tomás Bretón, Emilio Arrieta o Felipe Pedrell. Con Pedrell, que fue el padre del Nacionalismo musical español, tuvo Anselmo una estrecha relación, y le proporcionó varios temas tradicionales asturianos para su Cancionero Musical Popular Español (1922). Además, fue socio honorario de la Sociedad de Conciertos de Madrid.

Se han catalogado unas setenta composiciones suyas. Constituye un caso bastante peculiar como compositor, ya que toda su obra está escrita para piano, el instrumento que dominaba. Compuso seis Rapsodias españolas para piano, las añadas Yes nidia y No llores,  y los temas Paxarinos y No la puedo olvidar de la obra Veinte melodías asturianas para piano.

La Rapsodia asturiana sobre aires populares para piano, nº 2, op.27 fue compuesta alrededor de 1890. Está dedicada “a su amigo don Teodoro Cuesta, músico y poeta asturiano” y va precedida por dos de sus poemas: Asturias y La romería. La Rapsodia se abre con el tema de danza prima La virgen de Covadonga y luego se van desarrollando otras canciones tradicionales como No se va la paloma o Nadie plante su parra. La Rapsodia termina brillantemente, como queriendo imitar el final de una romería asturiana, con un popular y enérgico baile de gaita.

En La portada de la partitura de Rapsodia  figuran diversos símbolos asturianos: Don Favila contra el oso, un carbayón (roble), la Cruz de la Victoria rematada por la corona real (escudo del Principado), y la catedral de Oviedo.

Ignacio Piñeiro Martínez
Ignacio Piñeiro Martínez (1888-1969). Célebre autor de rumbas, claves y sones. Fundador del Sexteto Nacional. Uno de los más notables creadores de la música popular cubana del siglo XX. Nació el 21 de mayo de 1888 en el barrio de Jesús María, de la ciudad de La Habana. Siendo niño se trasladó con su familia al barrio de Pueblo Nuevo, donde se inició en la música popular y folclórica cantando en coros de claves infantiles.

Fue quien compuso en 1926 Asturias Patria Querida, según las últimas investigaciones realizadas por Fernando de la Puente Hevia. Hizo la canción para homenajear a su padre, Marcelino Roidríguez, que era asturiano de Grado y había vuelto a Asturias para morir. Se sospecha que la melodía fue adaptada de una que cantaban mineros polacos que iban a trabajar a las minas de las Cuencas Mineras del Caudal y de Mieres a principios de siglo XX.

Piñeiro viajó a España en 1929 con su grupo, el Septeto Nacional, para actuar en la Expo Iberoamericana de Sevilla. Intenta visitar a su padre, pero descubre que ha muerto, entonces hace una nueva letra después de cruzar Asturias “y tocar en Oviedo, Cangas de Narcea y Grado”

Asturias, Patria Querida es el himno oficial del Principado de Asturias, según establece la Ley 1/1984 de 27 de abril. Se trata de una canción popular, que estaba tan arraigada entre los asturianos que fue elegida finalmente como himno.

El himno se emplea en los actos solemnes de la Junta General y del Gobierno del Principado de Asturias y suele emplearse también como final de muchos actos de carácter cultural, musical, festivo, etc, acostumbrando a interpretarse y cantarse todos los años en el Día de les Lletres Asturianes (Día de las letras asturianas). Pese a su gran uso y la dignificación que tuvo la canción tras la aprobación de la ley, hay personas dentro de los movimientos asturianistas que lo siguen calificando como «excesivamente festivo y poco comprometido con la lucha.





Asturias, Patria querida,
Asturies, Patria querida
Asturias de mis amores;
Asturies de mios amores
¡quién estuviera en Asturias
¡Ai! ¡quien tuviera n'Asturies
en todas las ocasiones!
en toes les ocasiones.
Tengo de subir al árbol,
Tengo de subir a l' árbol,
tengo de coger la flor,
tengo de coyer la flor
y dársela a mi morena
y dà-yla a la mio morena
que la ponga en el balcón.
que la ponga nel balcón.
Que la ponga en el balcón,
que la ponga nel balcón,
que la deje de poner,
que la dexe de poner,
tengo de subir al árbol
tengo de subir a l' árbol,
y la flor he de coger.
y la flor tengo coyer.